DEBEMOS HACER LO SIGUIENTE:
Para
la mercadotecnia la selección de intermediarios y el diseño de un canal
distributivo parte de una pregunta clave: ¿dónde está el publico final al que
quiero llegar? y a partir de ahí se estructura el canal y se eligen los intermediarios.
Antes
de buscar intermediarios, debemos tener claridad acerca de:
Naturaleza
y características particulares de nuestra propuesta.
Posicionamiento
que buscamos.
Mercado
(s) a los que queremos llegar.
Recursos
con que contamos para lograr ese objetivo.
Antes
de firmar con alguien para que nos
represente o distribuya, es muy importante conocer a fondo las
posibilidades reales y el prestigio con que cuenta esa persona o entidad, y en
qué medida su trabajo se aviene a nuestros intereses y a lo que hacemos.
Los principales elementos que tenemos
que conocer acerca de nuestros intermediarios en este proceso son
los siguientes:
Acceso
al o los mercados o circuitos de nuestro
interés.
Prestigio
y eficacia probada en el giro.
Catálogo
que representa o ha representado.
Dominio
de su función.
Antigüedad.
Recursos
financieros con que cuenta.
Es
imprescindible lograr que nuestros intermediarios crean totalmente en nuestro
trabajo, se enamoren de nuestras propuestas, y estén en total sintonía con
nuestros objetivos artísticos, nuestra moral y nuestra ética como persona. Si
no se crea un entendimiento total, no se promueve un clima de sinceridad, y no
se logra una energía positiva que permita el desarrollo de un trabajo en
equipo, el resultado será sumamente estresante, y es posible que los resultados
mercadotécnicos no sean los que
esperamos. Una comunicación permanente y positiva es imprescindible, para
lograr que esta relación de trabajo sea una relación productiva y feliz.
Una
vez que se identifica el tipo de intermediario, es necesario considerarlo en el
proceso de distribución como un aspecto clave para las funciones en que esté
involucrado.
Las Estrategias competitivas que se deben considerar
para elegir a los intermediarios son:
Líder en costos. Esta estrategia permite al
intermediario decidir ser la empresa con los menores costos dentro del sector,
pues al tener los más bajos, puede vender a consumidores que compran guiados
por el precio final del producto.
Líder en diferenciación. Con esta
posición, las empresas que proporcionan cierta calidad específica, ya sea a
productos, marcas, prestaciones o características distintivas, hacen que el
consumidor valore esta diferencia, y con ello no da importancia al cobro de un
mayor precio.
Enfoque. A través de esta acción
se selecciona una de las dos estrategias anteriores para dirigirla a un mercado
reducido, lo que permite enfocarse en ciertos trozos o segmentos de mercado
bien delimitados. Un claro ejemplo de la estrategia de enfoque son las pequeñas
organizaciones que no cuentan con la capacidad para competir con las grandes
cadenas, que se concentran en la venta de productos dirigidos a cierto sector.
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